Scientific Article

Las ventajas de utilizar pezoneras

Clare Byam-Cook, enfermera titulada, M.Sc.


Las pezoneras pueden ser una solución brillante a muchos problemas de la lactancia materna. Sin embargo, muchas mamás aún no han oído hablar de ellas, y no saben cómo ni cuándo utilizarlas. Además, muchas de las mamás que han intentado utilizarlas, lo han hecho por recomendación de amigas o familiares, y no por sugerencia de la matrona o su asesora de lactancia materna.

Este secretismo existente alrededor de las pezoneras se debe principalmente (pero afortunadamente no siempre) a los profesionales de la salud, que suelen estar totalmente en contra de su uso, y no hablan sobre cómo o cuándo utilizarlas. Defienden que las pezoneras no deberían utilizarse debido a que:

  • Las pezoneras causan “confusión” al bebé, lo que le hará perder habilidades de succión.
  • Las tomas serán mucho más largas y el/la bebé no podrá tomar tanta leche como si hiciera la toma directamente del pecho.
  • La pezonera reducirá la producción de leche de la madre, ya que el pecho no será estimulado por completo ni vaciado como en el amamantamiento “normal”.

A pesar de que puedo estar de acuerdo en que las pezoneras no son adecuadas para todo el mundo, este no es motivo para defender que nunca deben utilizarse. No creo que las mamás deban preocuparse de que pueda existir confusión ‘pezonera/pecho’ porque, según mi experiencia, esto rara vez sucede. En cualquier caso, es mejor intentar utilizar pezoneras que dejar de amamantar, que es lo que a menudo sucede cuando el amamantamiento resulta demasiado doloroso o complicado.

Debido a que, sin duda, las pezoneras no son adecuadas para todas las madres, cada mamá deberá probar y ver si a ella le funcionan. Las pezoneras funcionarán muy bien si la madre tiene mucha leche y sale fácil, pero si no tiene demasiada leche y/o subida de leche, puede que el/la bebé luche para conseguir suficiente leche con la pezonera.

Muchos de los problemas de la lactancia (ver abajo) pueden solucionarse utilizando pezoneras, pero hay que saber cómo utilizarlas y comprobar si el/la bebé puede alimentarse con la pezonera antes de creer que son la panacea a todos los problemas de la lactancia.

Se puede probar a utilizar pezoneras, en cualquiera de los siguientes casos:

  • Irritación del pezón
Este suele ser el motivo más común para usar pezoneras, y la mamá puede poder necesitarlas solo durante unas pocas tomas, hasta que sus pezones se recuperen. Pero si la irritación de los pezones continúa siendo un problema, es importante ser consciente de que una mejor colocación del/la bebé en el pecho es la clave para que la lactancia materna funcione. Nota: En mi libro y mi DVD explico de manera rápida y sencilla cómo debe enganchar el bebé el pezón, sin producir dolor.

  • La dificultad de engancharse a pezones grandes o planos
Algunas mamás tienen los pezones grandes y sus bebés tienen la boca muy pequeña, de manera que pueden tener dificultades para que agarren bien el pecho. La modelación del pecho (tal y como se describe en mis libros) normalmente resolverá este problema, pero a algunas madres les resulta difícil gestionar esta técnica y en ocasiones el/la bebé no puede alimentarse suficientemente. En estos casos, las pezoneras ayudarán al/la bebé a engancharse correctamente, por lo que podrá alimentarse del pecho de la misma manera que lo haría de una botella.
  • Congestión primaria
Cuando la leche sube por primera vez, el pecho puede ponerse tan duro e hinchado que temporalmente la succión resulta muy complicada al/la bebé. En este tipo de situaciones, suele recomendarse la extracción de leche hasta que el pecho se ablande. Suele funcionar, pero es verdad también que lleva tiempo y trabajo, y también requiere esterilizar bombas y recipientes. Una solución más rápida y sencilla suele ser utilizar pezoneras al inicio durante unos pocos minutos, y después ponerle directamente al pecho para que succione más fácil.
  • Anquiloglosia o labio leporino
Si el/la bebé tiene labio leporino, y por este motivo no puede succionar bien, la pezonera puede ayudarle a alimentarse hasta que sea intervenido/a.
  • Flujo de leche excesivamente rápido
Algunas mamás tienen un flujo de leche tan sumamente rápido que el bebé no da abasto con la cantidad. Estos bebés se engancharán al pecho por un periodo de tiempo corto, y comenzarán a tratar de tragar la leche. Si el/la bebé se suelta llorando y angustiado, seguramente esté asustado por la velocidad a la que fluye la leche y es probable que el miedo vaya a más en cada toma. Si esto ocurre, las pezoneras suelen ayudar a solucionar el problema de inmediato, ya que ayudan a ralentizar el flujo de leche, de manera que el/la bebé podrá alimentarse a su propio ritmo.

Estas son mis directrices:

  • El/la bebé no podrá obtener el calostro a través de la pezonera, por lo que no deberá utilizarse hasta la subida de la leche.
  • Hay diferentes tamaños de pezonera, y es importante utilizar la que mejor se adapte a la boca del bebé. Normalmente suelo utilizar la pezonera de tamaño 1 de MAM para los recién nacidos, pero en función del tipo de pezón que tenga la madre, es posible que deba utilizar una de mayor tamaño.
  • Poner la pezonera en el pezón y acto seguido colocar al bebé. Si no se pone al bebé de inmediato al pecho o no se le acerca lo suficiente, se pegará contra la pezonera y no podrá alimentarse adecuadamente. Debe colocarse lo suficientemente cerca como para que tanto su nariz como su barbilla estén en contacto con el pecho.
  • Se podrá ver si está succionando correctamente a través de la pezonera, por la manera en la que mama. Al principio el/la bebé deberá realizar algunas succiones rápidas para estimular la subida de la leche. Si la leche comienza a fluir, se ve cómo el/la bebé cambia el ritmo de succión de forma que mamará de manera más lenta, profunda y rítmica. También se le podrá escuchar mientras traga.
  • Además, se puede comprobar cómo mama quitándole del pecho después de unos pocos minutos, y ver qué ocurre. Si hay leche dentro de la pezonera, es porque está sacando bien y eso quiere decir que puedes continuar alimentándole con esta. Pero si hay poca leche o no hay, es probable que la leche no esté saliendo como debe y que no se esté alimentando adecuadamente a través de la pezonera.
  • Por último, la mejor guía para saber si la pezonera está funcionando es ver durante cuánto tiempo se alimenta el bebé y cómo se queda después de cada toma. Cuanto más rápido se alimente, y cuanto más tiempo aguante entre tomas, tanto mejor están funcionando las pezoneras.

¿Durante cuánto tiempo puedo/debo utilizarlas?

Si el/la bebé obtiene suficiente leche y las tomas no son demasiado largas, puedes seguir utilizándolas indefinidamente. Pero si las tomas son demasiado largas, el/la bebé no queda satisfecho/a porque no está sacando suficiente leche a través de la pezonera y/o si se advierte que se tiene menos leche, las pezoneras claramente no están funcionando y se debería dejar de utilizarlas.

Historial clínico

Sarah vino a verme cuando su bebé, Joshua, tenía tres semanas. La lactancia materna le estaba resultando muy complicada porque el bebé tiraba de su pecho después de mamar un poquito y tenía que volver a engancharlo una y otra vez. Para mí era obvio que su leche fluía demasiado rápido y es por ello que Joshua no daba abasto y se asustaba, y por eso pegaba aquellos tirones. El problema pudo resolverse de manera sencilla con unas pezoneras. Tan pronto como se las puse, el bebé pudo mamar tranquilo y feliz, gracias a las pezoneras que redujeron el flujo de leche y le permitieron alimentarse a su propio ritmo. Sarah continuó utilizando las pezoneras durante meses porque Joshua se revolvía cuando intentaba alimentarle sin ellas.

A pesar de que Joshua se sentía feliz y cogía peso, la persona de confianza para la lactancia de Sarah le dijo que debía dejar de utilizar las pezoneras con su hijo de 4 meses porque le causaría confusión y reduciría la producción de leche.

Clare Byam-Cook, enfermera titulada, M.Sc.

enfermera y matrona

Clare Byam-Cook tiene experiencia como enfermera y matrona. Trabajó durante muchos años en la Maternidad Queen Charlotte’s Maternity Hospital en Londres, antes de trabajar en asistencia prenatal en Christine Hill en Chiswick en el año 1989, donde impartió clases de lactancia materna hasta 2013. Clare realiza visitas a domicilio o al hospital a las madres que tienen problemas para amamantar y también recibe a mamás en su casa en Putney, Londres. Todas las pacientes de Clare llegan a ella por el boca a boca, obstetras, pediatras, visitadores/as médicos, matronas y pacientes anteriores.

Clare ha escrito diversos artículos y colabora como experta en diversas revistas de bebés como Mother & Baby. Suele aparecer en televisión y en la radio, incluidos los programas This Morning, BBC Breakfast, Sky News, Channel 5 News, BBC Radio London y Woman’s Hour. Clare es una de las principales participantes en The Baby Show que se celebra tres veces al año en Olympia, NEC Birmingham y Excel.